Este domingo 6 de marzo, la Fundación cumple su primer aniversario, desempeñándose como ente de interfaz entre el potencial académico y el sector productivo en Cuba. Esta misión ha sido la guía estratégica en el accionar de la institución, comprometidos con impulsar la innovación en la Universidad de La Habana e impactar en la economía y la sociedad.
Muchos son los resultados obtenidos en esta trayectoria, que validan la función e importancia de la Fundación en el marco nacional. En este sentido, la Dra. Vilma Hidalgo de los Santos, Directora General de la institución, explica:
Una mirada a las cifras en estos 10 meses de trayectoria exhibe resultados alentadores: participamos como Fundación en 13 proyectos en Programas Nacionales, 2 Territoriales y 2 del Fonci. Se trata de proyectos con un alto grado de maduración tecnológica y por esa razón se gestionan desde la Fundación. Hemos organizado 8 Grupos de Desarrollo y 13 Grupos Consultores para dinamizar sus capacidades e impulsar la conformación de activos (tangibles e intangibles) de manera que puedan dar respuesta a las necesidades del sector productivo. Hemos firmado más de 50 contratos con empresas de más de 10 sectores y otras entidades (nacionales e internacionales); y hay más de 20 contratos en negociación. Algunos de estos contratos son de comercialización (productos, servicios, consultorías, transferencias tecnológicas) y otros son de codesarrollo o producción cooperada.
Las alianzas entre la academia y las entidades nacionales es una de las tareas en las que se ha avanzado en estos meses, con grandes expectativas de futuro. Ha sido un honor para la Fundación ser parte de la patente de la vacuna de Soberana 02, un resultado del Laboratorio de Síntesis Química de dicha facultad. Este es un ejemplo trascendental de la aplicación de la ciencia en función de las necesidades del país.
Recientemente se firmó un importante acuerdo para la conformación de un consorcio dirigido por BioCubafarma donde participamos de conjunto con más de 7 empresas y algunas instituciones del MINSAP, donde a partir de una alianza entre la Facultad de Matemática y el IFAL se creó un grupo de «Modelación aplicada al diagnóstico y terapias de enfermedades post COVID-19».
Se ha logrado la firma de contratos de transferencia tecnológica con empresas cubanas. Tal es el caso de Biobras, biofertilizante transferido al Instituto de Granos para la producción de arroz con una cobertura de más de 15 000 ha, en un momento en el que además no se está importando insumos para el sector agrícola. Además, se cerró un contrato de producción cooperada con la Empresa Geominera Oriente, a través del cual ya se han producido más de 460 t de NEREA®, tecnología basada en la zeolita cubana.
En este sentido, uno de los resultados más significativos ha sido el interés que este producto ha despertado en empresas canadienses y luego de 9 meses de negociación hemos logrado el primer contrato de transferencia tecnológica internacional a la empresa International Zeolite Corporation (IZC) de Canadá. Esta transferencia tecnológica se realizó previa validación por Universidades canadienses independientes a la empresa, cuyos resultados fueron muy prometedores en términos de rendimiento e impacto medioambiental. Actualmente, estamos gestionando también 4 contratos de transferencia de tecnología con empresas de la agricultura del Centro y Oriente del país.
De igual forma, se ha logrado la transferencia de la primera tecnología de BLOCKCHAIN para la trazabilidad del combustible en alianza con la empresa TECNOMATICA y, además, en alianza con la empresa de Tecnología de Informática de BioCubaFarma, el uso de una tecnología BLOCKCHAIN para la trazabilidad de los medicamentos.
En el ámbito de la transición energética, una fuerte alianza con el Laboratorio de Investigaciones Fotovoltaicas (LIFV) –uno de los espacios más innovadores- ha posibilitado la firma de “4 contratos con el sector productivo y en estos momentos se está gestando un proyecto para facilitar la penetración de energía renovable en el municipio Centro Habana. Este proyecto se está diseñando de manera tal que no solo se tome en cuenta la dimensión tecnológica, sino también la dimensión social y económica con el apoyo de la Facultad de Economía y de FLACSO”.
Una tarea imprescindible en los tiempos que corren, es lograr alinear los proyectos que se desarrollan con la localidad, en aras de fomentar el desarrollo local. La Fundación también se enfoca en este objetivo:
Estamos trabajando fuertemente para incubar proyectos que respondan a los problemas del desarrollo local. En particular, en el municipio La Lisa estamos gestando un acelerador de productos, servicios y tecnologías agrícolas para poner en función de productores de la localidad y capacitarlos desde una perspectiva tecnológica, económica, ambiental y social. También, estamos incubando varios proyectos en el municipio de Centro Habana con el objetivo de fortalecer el desarrollo local desde una perspectiva de ecosistema.
Hay muchas oportunidades para que este modelo institucional pueda llevar adelante con éxito su misión, y contamos con un equipo multidisciplinario de más de 20 personas con un alto grado de motivación, competencia y compromiso con la UH y nuestro país.
Entrevista ofrecida por la Dra. Vilma Hidalgo de los Santos, Directora General de la Fundación Universitaria de Innovación y Desarrollo